Acceder a la Configuración de Red en Windows — Lo Esencial
Una de las dificultades que más me ha costado superar es navegar por los menús de configuración de red en Windows, especialmente si estás usando Windows 11 o versiones más recientes. A veces parece un laberinto. Para llegar a la configuración de red, lo primero es hacer clic en el ícono de Windows (o en el menú de Inicio, como le digan) y escribir «Panel de control
«. Cuando aparezca, pulsa Enter. Parece sencillo, ¿verdad? Pero dependiendo de la velocidad de tu sistema o si usas un disco duro lento (hemos estado allí), la ventana puede tardar en abrirse o incluso no aparecer de inmediato. No te frustres si tarda un poco en responder.
Una vez dentro del Panel de control, busca la sección «Redes e Internet». Ahí es donde sucede la magia. Haz clic y luego dirígete a «Centro de redes y recursos compartidos». En versiones antiguas, puede estar en «Estado» o en la barra lateral. Aquí podrás ver tu conexión activa—Wi-Fi, Ethernet, VPNs, adaptadores virtuales, lo que sea. La verdad es que es bastante intuitivo una vez que das con ello, pero en algunas versiones de Windows o en configuraciones muy personalizadas, puede ser un desorden. Ah, y algunos fabricantes (como Dell o ASUS) añaden su propia interfaz encima de la configuración de Windows, así que a veces hay que buscar allí primero, lo cual puede confundir un poco.
Explorando tus Adaptadores de Red
Luego, haz clic en «Cambiar configuración del adaptador» en la barra lateral izquierda del Centro de redes y recursos compartidos. Esto abrirá una lista con todos los interfaces de red—con cable, inalámbricos, adaptadores virtuales, incluso algunos VPN. Lo importante aquí es hacer clic derecho en tu conexión Ethernet y seleccionar «Propiedades». Sí, hacer clic derecho en esos íconos marca el inicio de una pequeña aventura. A veces se complica porque ves múltiples adaptadores—Intel, Realtek, Killer NIC, lo que sea. A veces es difícil distinguir cuál es cuál, sobre todo si tienen nombres raros o información de controladores.
En la ventana de propiedades del Ethernet, haz clic en «Configurar»—un botón en la misma ventana. Se abrirá otra ventana con pestañas como «Controlador», «Detalles» y «Avanzado». La que te interesa es «Avanzado». Aquí verás una lista de propiedades—algunas conocidas, otras menos—como «Velocidad y Dúplex», «Control de flujo» o «Prioridad y VLAN». Las opciones específicas del controlador pueden variar mucho dependiendo del fabricante y de la versión del driver. En algunos sistemas, puede decir «Métrica de interfaz» o «Prioridad de red».
Haciendo que Ethernet Gane y Wi-Fi Siga tus Ordenes
Aquí empieza lo interesante. En la pestaña «Avanzado», busca propiedades como «Métrica de interfaz» o «Prioridad y VLAN». Estas controlan qué conexión prefiere Windows: los números bajos indican mayor prioridad. Si quieres que Ethernet sea tu opción principal, asigna un valor bajo, como 1 o 10. Para Wi-Fi, pon un número más alto para que solo entre en acción si Ethernet falla. Windows suele poner métricas altas por defecto para Wi-Fi, por eso Ethernet suele llevarse mejor. Cambia estos valores con cuidado—a veces hay que seleccionar una opción en un menú desplegable o escribir el número manualmente.
Una vez que hayas configurado los valores, haz clic en «Aceptar» y cierra las ventanas. Reinicia tu equipo si es necesario. En ocasiones, Windows no detecta los cambios de prioridad hasta después de reiniciar. Para verificar, puedes abrir la consola de comandos o PowerShell y ejecutar netsh interface ipv4 show interfaces
. Este comando lista todas las interfaces de red con sus métricas actuales. Cuanto más bajo sea el número, mayor prioridad.
Si Wi-Fi todavía se empeña en no ceder, puede que tengas que desactivarlo temporalmente y volver a activarlo, o volver a revisar esas configuraciones avanzadas. Algunas actualizaciones de controladores o del propio Windows pueden restablecer estas preferencias o esconder estas opciones, así que no te desanimes si no resulta tan sencillo.
Uniendo Todo y Sacando Partido
Un consejo final: después de ajustar las métricas, desactiva y vuelve a activar los adaptadores usando «Conexiones de red» o con el comando netsh interface set interface "Ethernet" disable
y luego habilítalo en PowerShell. A veces, Windows se mantiene renuente y no aplica los cambios hasta que ve los adaptadores reiniciarse. Usualmente, un reinicio ayuda, pero este método puede darle un empujón extra. Para asegurarte de que la prioridad es la correcta, revisa nuevamente las métricas de tus interfaces con el mismo comando netsh
.
Ten en cuenta que los problemas con los controladores y las personalizaciones de los fabricantes pueden complicar las cosas—podrías necesitar actualizar tus drivers desde la web del fabricante o hacer una instalación limpia. Además, dependiendo del hardware, algunas opciones podrían estar en gris o faltar, especialmente si tu OEM ha bloqueado ciertos ajustes para mantener la estabilidad.
Al final, tras probar varias opciones, descubrí que configurar manualmente la Métrica de interfaz era la forma más fiable de lograr que Windows prefiriera Ethernet sobre Wi-Fi, cuando ambas están conectadas. Es un cambio sutil, pero puede ahorrarte muchos dolores de cabeza, sobre todo en streaming o gaming, donde la conexión estable es clave.
Espero que esto te haya sido de ayuda—me tomó demasiado tiempo averiguarlo bien. Solo ojo con estos pasos: revisa la prioridad de los adaptadores, usa los comandos netsh
para verificar, reinicia los adaptadores si es necesario y mantén tus drivers actualizados. ¡Mucha suerte, y ojalá esto ahorre horas de lucha en la próxima ocasión!