Cómo solucionar problemas de pantalla negra al usar Alt+Tab

¿Pantallas negras después de presionar ALT+TAB en Windows? Sí, es normal. A veces, con solo cambiar de ventana, la pantalla se oscurece por completo durante unos segundos, y la verdad es que es desesperante. La causa no siempre es sencilla: puede ser un problema del Explorador de Windows, conflictos con el controlador gráfico o un fallo en la configuración de la pantalla. Sinceramente, si has visto ese parpadeo y luego nada, no estás solo. La buena noticia es que existen ajustes y soluciones que han funcionado para personas con problemas similares, así que pruébalos antes de recurrir a las herramientas más potentes.

Estas soluciones buscan estabilizar la pantalla, facilitar el cambio de ventana y, con suerte, evitar que la pantalla se quede negra. La clave está en ir probando paso a paso, ya que lo que funciona en una máquina podría no funcionar en otra. Aun así, la mayoría son bastante inofensivas, así que no hay problema en experimentar.

Cómo solucionar problemas de pantalla negra al cambiar de aplicación en Windows

Actualizar Windows: lo primero que debes intentar

Por qué ayuda: Microsoft publica regularmente correcciones que solucionan errores de visualización como este; algunas actualizaciones recientes incluso solucionan específicamente las pantallas negras causadas por ALT+TAB. Cuando Windows no está completamente actualizado, errores antiguos pueden persistir y causar estos parpadeos o apagones. Al ejecutar una compilación antigua, es posible que a su sistema le falten parches críticos que gestionen mejor los gráficos o la administración de ventanas.

Cuándo aplica: Si la pantalla negra aparece después de actualizaciones recientes de Windows o no has realizado una instalación nueva por un tiempo, este es un buen lugar para comenzar.

Qué esperar: Después de ejecutar la actualización, su sistema debería estar más estable y la pantalla negra puede ser menos frecuente o desaparecer por completo.

Consejo rápido: Abra Configuración, vaya a Windows Update (en Actualización y seguridad ) y haga clic en Buscar actualizaciones. Si encuentra actualizaciones, descárguelas e instálelas. A veces es necesario reiniciar, lo que podría solucionar el problema temporal o permanentemente.

Actualice los controladores de su GPU NVIDIA

Por qué ayuda: Los controladores gráficos obsoletos o con errores son conocidos por causar fallos de pantalla. Especialmente si usas una tarjeta NVIDIA, ciertas versiones de controladores (si son antiguas o están dañadas) pueden fallar al cambiar de aplicación, causando esa molesta pantalla negra. NVIDIA lo sabe, y los controladores más recientes suelen incluir soluciones para estos problemas.

Cuándo aplica: Si sus controladores gráficos no se han actualizado por un tiempo o recientemente ha visto fallas en la pantalla después de las actualizaciones de los controladores, vale la pena intentar este paso.

Qué esperar: Actualizar el controlador de la GPU puede estabilizar el cambio de ventanas y eliminar parpadeos o interrupciones. A veces, una instalación limpia de los controladores marca la diferencia, no solo actualizar archivos antiguos.

Esto es lo que debes hacer: Inicia GeForce Experience, ve a la pestaña Controladores y haz clic en Buscar actualizaciones. Si hay un nuevo controlador disponible, instálalo y reinicia tu PC. Para una instalación limpia, puedes ir a la página de descarga de controladores de NVIDIA y seleccionar la opción de instalación limpia durante la configuración, para mayor precisión.

Desactivar G-Sync (o modos compatibles con G-Sync)

Por qué ayuda: G-Sync sincroniza dinámicamente la frecuencia de actualización del monitor con la GPU, lo cual es excelente para jugar, pero puede causar retrasos o interrupciones al cambiar de ventana, especialmente si el juego o el escritorio se ejecutan con frecuencias de actualización diferentes. Desactivarlo puede ayudar al sistema a funcionar mejor y reducir esos cortes de energía.

Cuándo aplica: si notas que las pantallas negras aparecen principalmente cuando cambias de un juego o una aplicación que consume mucho GPU, G-Sync podría ser el culpable.

Qué esperar: Desactivar G-Sync puede suavizar las transiciones entre ventanas y evitar retrasos en la actualización. La pantalla debería permanecer visible al cambiar de ventana.

Para desactivarlo: Abra el Panel de control de NVIDIA (haga clic con el botón derecho en el escritorio o búsquelo en el menú Inicio).Vaya a Configurar G-Sync en Pantalla, desmarque la opción Activar G-Sync y haga clic en Aplicar. A veces, reiniciar el sistema soluciona el problema, pero normalmente basta con desactivarlo.

Aumente el tamaño de la caché de sombreadores

Por qué ayuda: Las GPU NVIDIA usan sombreadores para renderizar imágenes, y la caché ayuda a evitar la recompilación constante, que puede causar pantallazos negros momentáneos o retrasos al cambiar. Si la caché es demasiado pequeña, la GPU tiene que compilar sombreadores sobre la marcha, lo que puede provocar retrasos o parpadeos.

Cuándo se aplica: si notas pantallas negras después de largas sesiones de juego o durante un cambio rápido de aplicaciones, aumentar esta opción puede ayudar.

Qué esperar: Maximizar la caché de sombreadores podría hacer que el cambio de ventana sea mucho más fluido, con menos parpadeos o retrasos. Es una pequeña modificación, pero a menudo vale la pena intentarla.

Cómo hacerlo: Abra el Panel de control de NVIDIA. En Administrar configuración 3D, busque Tamaño de caché de sombreado. Cámbielo a Ilimitado y luego haga clic en Aplicar. Espere un breve parpadeo mientras la configuración se aplica.

Adapte las resoluciones de su pantalla y cambie al modo de ventana sin bordes

Por qué ayuda: Si la resolución del juego no coincide con la del escritorio, Windows tiene que realizar ajustes de escala complejos al cambiar de aplicación, lo que puede provocar que la pantalla se quede congelada o negra. Ejecutar juegos en modo de ventana sin bordes implica menos cambios de resolución y transiciones más fluidas.

Cuándo se aplica: cuando experimentas cortes de energía principalmente al cambiar de juego o si la resolución nativa de tu monitor es diferente a la resolución del juego.

Qué esperar: Cambiar al modo sin bordes a menudo reduce o elimina las pantallas negras, pero podría afectar levemente el rendimiento o la fidelidad visual.

Para ajustar las resoluciones: Haz clic derecho en el escritorio y ve a Configuración de pantalla. Haz clic en Configuración de pantalla avanzada. Comprueba si la resolución de tu escritorio coincide con la resolución nativa de tu monitor. De lo contrario, selecciona Propiedades del adaptador de pantalla y luego Listar todos los modos. Selecciona la resolución que coincida con tu pantalla nativa y aplícala. Luego, en la configuración del juego, establece la misma resolución y elige el modo de ventana sin bordes.

Oye, a veces Windows simplemente tiene que hacer las cosas más complicadas de lo necesario, pero con suerte, estos consejos pueden ayudar a reducir esos momentos de pantalla negra al cambiar de aplicaciones en Windows.