Cómo solucionar las fluctuaciones en el brillo de la pantalla en Windows 11

Actualiza tus controladores de gráficos

Probablemente, esta sea la solución más común que he visto: pantallas parpadeantes o cambios constantes en el brillo suelen ser el resultado de controladores de gráficos obsoletos o incompatibles. No es solo un consejo casual; en varias ocasiones he visto comportamientos extraños en la pantalla por esto. El problema está en que encontrar dónde actualizar los controladores puede parecer una búsqueda del tesoro. El primer paso es acceder al Administrador de dispositivos — que, por cierto, suele estar en lugares muy ocultos dependiendo de tu versión de Windows. Debes expandir «Adaptadores de pantalla», hacer clic derecho en tu tarjeta gráfica y seleccionar «Actualizar controlador». Atención: Windows puede ofrecerte una actualización, pero muchas veces se trata de una versión no la más reciente. La mejor opción es visitar directamente la página del fabricante—ya sea NVIDIA, AMD o Intel—y descargar los últimos controladores allí. Para mí, esto hizo toda la diferencia, sobre todo si el parpadeo era insoportable. A veces, la actualización automática de Windows no basta y necesitas descargar e instalar el controlador manualmente, luego reiniciar. Sí, requiere más trabajo, pero bien vale la pena para eliminar esa coreografía de brillo y los parpadeos raros. No olvides revisar después de reiniciar, ya que quizás debas repetir el proceso si todavía no se estabiliza.

Desactiva el Brillo Adaptable

Si actualizar los controladores no resolvió el problema, puede que la configuración de Windows sea la culpable. El sensor de luz ambiental (o eso presume) ajusta automáticamente el brillo según las condiciones de iluminación. Es una idea genial, ¿verdad? Pero puede ser muy molesta, especialmente si estás en un entorno con cambios de luz frecuentes o te mueves mucho. Para desactivar esto, presiona Windows + I para abrir Configuración. Luego dirígete a Sistema > Pantalla. Busca la sección llamada «Brillo y color». Ahí deberías ver un interruptor llamado «Cambiar el brillo automáticamente cuando cambie la iluminación» o algo similar. A veces, esta opción está oculta en Configuraciones adicionales de pantalla o en un submenú, así que prepárate para buscar un poco. Desactivar esta función te permitirá controlar manualmente el brillo sin que Windows interceda. Mueve el control deslizante a tu nivel preferido y olvídalo. Para mí, este paso fue clave porque, incluso tras actualizar los controladores, Windows seguía ajustando el brillo automáticamente. Cuando lo desactivé, el brillo se mantuvo fijo, como debe ser.

Desactiva la Tecnología de Ahorro de Energía en Pantalla de Intel

Si tu PC tiene un procesador Intel con gráficos integrados, otra función oculta llamada Tecnología de Ahorro de Energía en Pantalla puede estar causando problemas. Básicamente, está diseñada para ahorrar energía manipulando el brillo — incluso si eso significa parpadeos constantes. Por defecto, esta opción viene activada, y a muchos nos resulta frustrante cuando solo queremos una pantalla estable. Para desactivarla, busca en tu equipo el Panel de Control de Intel UHD Graphics — o instala desde la Microsoft Store el Centro de Comando de Intel Graphics, si aún no lo tienes. Una vez abierto (probablemente desde la bandeja del sistema o el menú Inicio), busca las pestañas Pantalla o Energía. Ahí dentro, localiza la opción Tecnología de Ahorro de Energía en Pantalla y apágala. Solo desactivar esa opción marcó una gran diferencia para mí. Parece que Intel intenta ahorrar energía a costa de la estabilidad del brillo, pero prefiero una pantalla constante que parpadee todo el día. Tendrás que explorar bien en los ajustes, porque, sinceramente, no siempre están a la vista de inmediato.

Apaga las Opciones de Ahorro de Batería para gráficos AMD y Intel

Para quienes usan gráficos AMD o funciones de ahorro de energía a nivel del sistema, también pueden surgir problemas similares. En las tarjetas AMD, abre el Radeon Software. Antes conocido como Adrenalin Edition, allí encontrarás configuraciones que ajustan el brillo dependiendo de si estás conectado a la corriente o con batería. Cuando desconectas, puede que involuntariamente disminuya el brillo sin que te des cuenta. Para arreglarlo, haz clic derecho en el escritorio, selecciona Radeon Software y navega a Juegos > Pantalla. Busca opciones como “Vibrante” o “Mejorador de Brillo” y desactívalas. En ocasiones, encontraras controles similares en las opciones de Pantalla o Energía dentro del mismo programa. Lo mismo aplica si usas gráficos Intel: abre el Centro de Comando de Intel Graphics (puedes buscarlo desde el menú Inicio o clic derecho en el escritorio). Luego, en Sistema > Energía > Configuración de Batería, busca funciones como “Ahorro de energía en pantalla” y apágalas. Es difícil encontrarlas, y con cada actualización de driver pueden cambiar o esconderse, pero generalmente, desactivarlas soluciona el problema. Yo tuve que probar varias configuraciones antes de que mi brillo dejara de fluctuar.


La verdad, arreglar las variaciones en el brillo de la pantalla en Windows 11 no es exactamente sencillo. Actualizaciones de drivers, configuraciones ocultas, opciones en BIOS — todo puede influir. Es un lío averiguar qué lo causa, y muchas veces hay que reiniciar varias veces o revisar los cambios tras una actualización. Pero, una vez que lo tienes todo ajustado, la vida es mucho más sencilla. Espero que estos consejos te sean útiles, porque lidiar con un brillo que parpadea o que no se mantiene puede ser muy frustrante, ya sea para trabajar o simplemente para disfrutar un rato. Cada equipo tiene sus propias particularidades y las configuraciones de Windows cambian constantemente, pero con paciencia y los ajustes adecuados, podrás volver a tener una pantalla estable.

Espero que esto ayude — me costó mucho tiempo resolverlo. Para verificar que todo esté en orden, asegúrate de:

  • Tener los controladores de gráficos completamente actualizados desde la página del fabricante.
  • Desactivar el brillo adaptable en Configuración.
  • Desactivar las funciones de ahorro de energía en gráficos Intel.
  • Si usas AMD, revisa en Radeon Software las opciones relacionadas con el brillo.
  • Y, por último, reinicia tras cada cambio — a veces, solo así se aplican los ajustes correctamente.

¡Suerte y ojalá esto te ahorre unos buenos quebraderos de cabeza!