Ver una pantalla negra con el cursor en Windows 11 puede ser muy frustrante, sobre todo porque parece que el equipo se ha congelado, pero con una pequeña luz de esperanza —el cursor— aún presente. Aunque no se sabe del todo por qué ocurre a veces, suele indicar fallos en el controlador de gráficos, una configuración de pantalla incorrecta o conexiones sueltas.¿La buena noticia? La mayoría de las soluciones son bastante sencillas una vez que sabes qué revisar.
Esta guía te mostrará algunos métodos probados que han ayudado a muchos a superar el temido problema de la pantalla negra. El objetivo: que la pantalla vuelva a funcionar sin problemas. Normalmente, se trata de un fallo de software o una mala conexión de hardware, no de un fallo catastrófico, así que no te preocupes demasiado. Al final, tendrás una idea más clara de la causa y, con los dedos cruzados, cómo solucionarlo sin complicaciones.
¿Cómo soluciono el problema de la pantalla negra con el cursor en Windows 11?
Verifique las conexiones, especialmente si utiliza un monitor externo
Esto es bastante obvio, pero a menudo se pasa por alto. Si tu PC está conectada a un monitor o televisor mediante HDMI, DVI o DisplayPort, un cable suelto o defectuoso podría ser el culpable. Así que desconecta todo (cables, adaptadores) y vuelve a conectarlo bien ajustado. A veces, un cable dañado puede parecer estar bien, pero en realidad está muerto, así que vale la pena intentar reemplazarlo. Esta solución es especialmente relevante si usas una computadora de escritorio con una pantalla externa o varios monitores. Es sorprendente la frecuencia con la que un simple fallo de conexión provoca la pantalla negra.
Fuerce un reinicio para eliminar cualquier fallo
Reiniciar es la solución predilecta para fallos aleatorios, y vale la pena intentarlo incluso cuando todo parece perdido. Si Windows se bloquea y no puedes acceder al menú Inicio, mantén pulsado el botón de encendido hasta que el equipo se apague (normalmente entre 5 y 10 segundos).Espera un minuto aproximadamente y vuelve a pulsar el botón de encendido para volver a encenderlo. En algunas configuraciones, esto podría solucionar errores transitorios o fallos del controlador que causan la pantalla negra. Recuerda que, en algunas configuraciones menos robustas, el primer reinicio podría no solucionar el problema, pero inténtalo de nuevo.
Pruebe el hardware de su monitor o pantalla
Si tienes un monitor de repuesto, conéctalo para ver si el problema persiste. Si la segunda pantalla se ve bien, es probable que el problema esté en tu monitor o cable original. Si tienes varios monitores, cambiar la pantalla principal a otra puede solucionar el problema temporalmente. Además, si tu monitor tiene varios puertos de entrada, prueba a cambiar entre HDMI, DVI o VGA. Incluso cosas inusuales como conectar un monitor a través de un puerto HDMI y DVI pueden provocar problemas de detección de pantalla. Si todo lo demás falla, probablemente esté relacionado con el hardware o el controlador de la pantalla.
Restablecer el controlador de gráficos con un atajo de teclado
Digamos que todo parece estar muerto, pero sospechas que el controlador de gráficos está bloqueado o no responde. Ahí es donde entra en juego Win» Ctrl+++ Shift» B. Al presionar esta tecla de acceso rápido, se restablece el controlador de gráficos sin necesidad de entrar en modo seguro ni acceder al administrador de dispositivos. Es posible que veas un parpadeo rápido o un pitido, lo cual es normal. Después, comprueba si la pantalla vuelve a encenderse. Es extraño, pero en algunas configuraciones funciona al instante; en otras, no tanto. Plan B: prueba la siguiente solución si no funciona de inmediato.
Ajustar el modo de proyección de la pantalla
Si tu portátil cree que está proyectando en otro lugar (como un segundo monitor o un proyector), la pantalla podría quedar negra. Para cambiar rápidamente, pulsa Windows+ Ppara abrir las opciones de proyección. Usa las flechas para seleccionar otro modo (como «Solo pantalla de PC» o «Duplicar») y pulsa ENTER. Quizás tengas que probar un par de modos para que funcione correctamente. Esta solución es útil porque funciona incluso si no ves mucho: la pantalla puede funcionar de forma extraña en segundo plano, y cambiar de modo puede restaurarla a la normalidad.
Inspeccione y limpie el hardware, principalmente la GPU y la RAM
Esto es menos atractivo, pero la acumulación de polvo en los componentes internos puede causar sobrecalentamiento o fallos de hardware. Si no te resulta difícil abrir la carcasa, apaga el PC, desconéctalo, ábrelo y sopla suavemente el polvo de la GPU, la RAM y otras rejillas de ventilación. El polvo es un culpable discreto, y limpiarlo podría solucionar problemas de pantalla, como pantallas negras. Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario. Recuerda: si no eres experto en hardware, es mejor que contrates a un profesional para este paso.
Arrancar en modo recuperación y reparar Windows
Si las comprobaciones y restablecimientos de hardware no funcionan, podría deberse a un problema de software o controladores. Crear un USB de arranque con la ISO de Windows 11 es útil. Usa otra PC para descargar la herramienta de creación de medios del [sitio oficial de Microsoft](https://www.microsoft.com/software-download/windows11).Luego, arranca desde esa unidad pulsando Esco F9(según tu PC), seleccionando el USB como dispositivo de arranque. Una vez dentro, selecciona Reparar el equipo y luego ve a Solucionar problemas > Opciones avanzadas. Desde aquí, puedes probar la Reparación de inicio o arrancar en Modo seguro para actualizar los controladores o desinstalar las aplicaciones problemáticas. A veces, un controlador dañado o una actualización incorrecta son la causa de la pantalla negra.
Reinstalar Windows 11: último recurso
Si nada más funciona, reinstalar Windows podría ser la única opción. Puedes hacerlo desde el mismo USB de arranque, optando por reinstalar Windows conservando los archivos o con una instalación limpia. Claro que esto implica perder las aplicaciones instaladas a menos que hagas una copia de seguridad de ellas primero, así que considéralo un último recurso si la pantalla negra persiste y no se puede arreglar de otra manera.
Llévalo a un profesional
Si has probado todo lo anterior y sigues sin suerte, quizás el problema sea de hardware: una GPU defectuosa, una RAM defectuosa o incluso problemas con la placa base. Abrir el equipo puede ser un poco estresante si no tienes experiencia, así que un taller profesional podría ser la mejor opción. A veces, arreglar el hardware es la única manera de solucionar el problema de la pantalla negra, sobre todo si se debe a un componente defectuoso.
¿Cuándo aparece esta pantalla negra con el cursor?
La mayoría de la gente ve esto después de iniciar sesión: justo después de la pantalla de inicio de sesión, el sistema se oscurece, pero el cursor sigue flotando. Curiosamente, algunos informan que aparece justo después de una actualización de Windows, lo cual tiene sentido porque las actualizaciones a veces pueden causar fallos en los controladores o la configuración de pantalla. Otros dicen que ocurre de forma aleatoria, sobre todo si algo falla en segundo plano o después de una instalación incorrecta de un controlador. En cualquier caso, estas soluciones suelen cubrir la mayoría de las causas.
En muchas configuraciones, esto indica que Windows tiene problemas para cargar los controladores de pantalla o que tiene alguna configuración incorrecta. Si se trata de un problema recurrente, busca actualizaciones de controladores o de Windows; a veces, simplemente actualizar todo soluciona el problema. Y si todo lo demás falla, revertir una actualización reciente podría ayudarte a solucionarlo. En resumen, no es un problema raro, pero suele solucionarse sin mayores complicaciones.
Espero que estos consejos le ahorren mucho tiempo. Es un poco inquietante cuando la pantalla se apaga, pero la mayoría de las soluciones están ahí mismo, ya sea de hardware o de software. Depende de lo que esté detrás de la cortina.
Resumen
- Compruebe los cables y las conexiones
- Forzar reinicio del PC
- Pruebe con otro monitor si es posible
- Restablecer el controlador de gráficos conWin + Ctrl + Shift + B
- Alternar los modos de visualización conWin + P
- Inspeccionar y limpiar los componentes del hardware
- Iniciar en modo recuperación para reparaciones del controlador/sistema
- Reinstalar Windows como último recurso
- Visite un taller de reparación si el hardware pudiera ser el culpable.
Resumen
Las pantallas negras con el cursor son más comunes de lo que crees, pero suelen solucionarse sin tener que forzar la carcasa. La mayoría de las veces, basta con revisar los cables, reiniciar o restablecer los controladores. Los problemas de hardware son más complejos y, a veces, necesitas un profesional. Si los métodos anteriores no solucionan el problema, probablemente sea hora de tomarse en serio el diagnóstico de hardware o una instalación limpia. Ojalá esto ayude a evitar un pánico total o una visita al taller.¡Mucha suerte!