Cómo Identificar el Tipo y Velocidad de tu RAM en Windows 11

La manera sencilla en la que revisé mi RAM sin volverme loco

La verdad, averiguar qué tipo y qué velocidad tiene tu RAM puede ser un poco molesto si no quieres andar metiéndote en menús profundos del BIOS o instalar programas raros de terceros. Yo ya estuve allí—pensé en echar un vistazo desde Windows, y terminé haciendo varias reinicios, haciendo clics y probando distintas cosas solo para conseguir la info. No es tan evidente a simple vista, y a veces parece un pequeño acertijo oculto.

El método más fácil y sin complicaciones que encontré (sobre todo para revisiones rápidas) fue usar el Administrador de Tareas de Windows 11—sí, así de simple. Así que, si quieres consultar tu RAM sin meterte en el BIOS ni instalar herramientas, aquí te comparto cómo llegué allí. Primero, haz clic derecho en la barra de tareas—a veces está un poco llena, pero igual haz clic derecho. Selecciona Administrador de Tareas. También puedes presionar Ctrl + Shift + Esc o Ctrl + Alt + Supr y escogerlo de las opciones. Cuando se abra, espera un segundo a que cargue todo y después haz clic en la pestaña Rendimiento. Si solo muestra info del CPU o está en blanco, no te preocupes—eso es normal. A veces la vista predeterminada es del procesador, pero puedes cambiar a la sección de RAM haciendo clic en el menú de la izquierda o simplemente haciendo clic en Memoria.

Ahora, aquí llega la parte que pensé que sería difícil—me sorprendió mucho la cantidad de información que Windows realmente muestra sobre tu RAM en Memoria. Busca detalles como Velocidad—que son los MHz, generalmente algo como 3200 MHz o similar. Luego, está Tipo (como DDR4 o DDR5). También te dice el tamaño de la memoria instalada. Honestamente, con esa info basta si solo quieres una respuesta rápida o asegurarte de que tienes lo correcto tras una actualización.

Obteniendo Más Detalles que los que Da Windows

Pero si tú como yo quieres un poquito más de detalle—como las latencias (¿CL16? ¿CL18?), datos específicos del módulo o detalles del fabricante—Windows por sí solo tiene sus límites. Aquí es donde entran las herramientas de terceros. Mi favorita es CPU-Z. Es gratis y fácil de usar—solo descárgala desde su sitio oficial. La descarga no pesa mucho, pero ten en cuenta que el instalador a veces intenta meter otras cosas, así que durante la instalación selecciona la opción “Personalizada” y desmarca lo que no necesites para mantenerlo limpio.

Una vez instalada, abre CPU-Z y ve a la pestaña Memoria. Te mostrará mucha info: el tipo exacto (DDR4, DDR5), la velocidad (como DDR4-3200), el ancho de banda, la latencia (como CL16, CL18) y detalles sobre el tamaño del módulo. A veces debes darle un clic en Refresh o reiniciar CPU-Z, porque no siempre muestra cambios en tiempo real. Esto es muy útil si estás verificando si las specs coinciden o quieres asegurarte de que la RAM funciona a la velocidad anunciada.

Otra cosa que aprendí probando en BIOS—activar perfiles XMP o DOCP es clave si tu sistema no ajusta automáticamente la RAM a su velocidad nominal. En mi placa, eso está en un apartado de Overclocking o Memoria—la verdad varía según la marca. Usualmente se llama XMP (Intel) o DOCP (AMD). Activar esto puede hacer que tu RAM funcione a su velocidad señalada, en vez de la velocidad por defecto más baja. Pero ojo: si después de activarlo tu equipo no arranca, quizás tengas que resetear el BIOS o bajar un poco los voltajes.

Y un consejo que me hubiera gustado saber antes: si la velocidad de tu RAM aparece más baja que la especificada, entra en BIOS/UEFI durante el arranque (presionando Suprimir, F2 o la tecla que use tu marca). Asegúrate de activar el perfil XMP/DOCP, guarda los cambios y reinicia. A veces el BIOS vuelve a los valores seguros por defecto, y no ajusta la velocidad automáticamente. También revisa si tu placa madre soporta las velocidades más altas que indica tu RAM, especialmente en modelos más viejos o de gama baja.

En definitiva, es manejable una vez que sabes que el Administrador de Tareas sirve para una revisión rápida y CPU-Z para una vista más profunda. Juntas, te dan una idea clara de qué está pasando en tu sistema. Al principio puede parecer un pequeño misterio, pero cuando sabes dónde mirar, no es para tanto.

Conclusiones finales — qué me ayudó a entender las especificaciones reales

Si solo quieres resolver dudas o revisar tu RAM sin complicarte, no le pongas vueltas. Mira en el Administrador de Tareas: echa un vistazo a Velocidad y Tipo. Si quieres los detalles completos—latencias, fabricante, módulo exacto—usa CPU-Z. Y si algo no cuadra, entra en BIOS para verificar, pero recuerda que algunos ajustes en BIOS pueden esconder o sobreescribir la velocidad de la RAM.

Espero que esto sirva de ayuda—la verdad, me llevó demasiado tiempo entenderlo por mí mismo. No olvides revisar bien la configuración del BIOS, asegurarte de que XMP/DOCP está activado, y que todos los módulos están correctamente colocados y la BIOS esté actualizada, si estás actualizando o probando estabilidad.

¡Así que ánimo con las mejoras y pruebas! No es tan complicado, solo hay que saber dónde buscar y qué mirar.