Cómo ejecutar Windows en Mac: la guía definitiva para principiantes

Ejecutar Windows en una Mac puede parecer intimidante al principio, pero sinceramente, no es tan complicado una vez que le coges el truco. A veces, las Mac se comportan de forma un poco impredecible, sobre todo al arrancar o al particionar, debido a la forma en que Apple y Windows gestionan los controladores de hardware o el firmware. El objetivo es instalar Windows en una partición dedicada mediante Boot Camp o dentro de macOS con herramientas de virtualización como Parallels o VMware. De cualquier manera, se obtiene una configuración bastante flexible que permite alternar entre ellas sin demasiados problemas.

Cómo ejecutar Windows en Mac

¿Listo para que Windows funcione en tu reluciente Mac? Esto es lo que suele ocurrir: a veces sin problemas, a veces con algunos contratiempos, pero siempre es posible. Lo principal es elegir el método adecuado para tu caso y seguir los pasos. Estas son opciones básicas, pero ten en cuenta que los modelos de hardware varían y las actualizaciones de macOS pueden arruinar tus planes. Así que no te sorprendas si no funciona a la perfección a la primera. Un poco de paciencia, y quizás buscar en Google, puede ser la solución.

Método 1: Usar Boot Camp (mejor para rendimiento y compatibilidad total con hardware)

Esta es la forma más eficaz si buscas un rendimiento dedicado de Windows. Boot Camp te ayuda a particionar tu disco duro e instalar Windows de forma nativa.¿Qué tiene de bueno? Windows funciona a toda velocidad, sin sobrecarga de virtualización. Claro que esto implica reiniciar para cambiar de sistema operativo, lo cual a veces resulta incómodo.

Por qué funciona: Es como ejecutar Windows en una máquina Windows, prácticamente igual al hardware, por lo que los gráficos, los controladores y toda la integración funcionan a la perfección. Cuándo se aplica: Si notas ralentizaciones o problemas de compatibilidad con la virtualización, o simplemente quieres optimizar el rendimiento al máximo. Verás la pantalla de instalación de Windows durante la configuración y necesitarás tener a mano una ISO de Windows y una clave de licencia, ya que el Asistente Boot Camp de Apple te las solicitará.

Una cosa rara que descubrí: en algunas Mac, especialmente los modelos M1 o M2 más nuevos, Boot Camp no es compatible, así que podrías necesitar métodos alternativos. Para las Mac Intel, es sencillo: descarga la ISO de Windows, ejecuta el Asistente de Boot Camp desde Aplicaciones y sigue las instrucciones. Te pedirá que crees una partición, normalmente llamada «BOOTCAMP», así que asegúrate de tener suficiente espacio en disco (al menos 64 GB, idealmente más).Luego, selecciona la ISO y deja que Windows haga lo suyo. Cuando termine, podrás elegir qué sistema operativo iniciar al reiniciar. Solo ten en cuenta que en algunas máquinas, el paso de instalación de controladores puede ser un poco complicado, especialmente si Windows no es totalmente compatible de fábrica; instalar los controladores desde la Actualización de Software de Apple o manualmente a través del Administrador de dispositivos a veces ayuda.

Método 2: Usar software de virtualización (excelente si desea realizar múltiples tareas)

Si prefiere ejecutar Windows sin reiniciar o quiere probar algunas aplicaciones de Windows sin modificar las particiones, la virtualización es la solución. Parallels Desktop y VMware Fusion son opciones populares; Parallels es el más intuitivo, pero VMware es una alternativa sólida.

Por qué ayuda: Es un poco raro, pero ejecutar Windows en macOS funciona sorprendentemente bien. Puedes cambiar de sistema con un clic y la configuración no requiere tanto esfuerzo. Sin embargo, en algunas configuraciones, el rendimiento puede ser un poco menos ágil porque ambos sistemas operativos comparten recursos, así que no esperes un rendimiento comparable al de un juego a menos que ajustes la configuración.

Cuándo usarla: Si quieres usar aplicaciones exclusivas de Windows ocasionalmente o probar software sin saturar tu disco duro, la virtualización es más sencilla si tu Mac no es tan nuevo o no te gustan los videojuegos intensos. Instala el software y luego crea una nueva máquina virtual. Durante la configuración, dirígela a una ISO de Windows (descárgala del sitio web de Microsoft; asegúrate de que sea una copia legítima), introduce la información de tu licencia y deja que la máquina virtual instale Windows. Después, es prácticamente como ejecutar Windows en la ventana de una aplicación. También puedes asignar núcleos de CPU, RAM y almacenamiento; solo no te excedas si tu Mac no es muy potente.

Paso 5: Ajustes finales y actualizaciones

Una vez instalado todo, ya sea en Boot Camp o en la máquina virtual, abra Windows y ejecute Windows Update ( en Configuración > Actualización y seguridad). Esto ayuda a corregir errores, mejorar la compatibilidad del hardware y solucionar vulnerabilidades de seguridad. Además, busque actualizaciones de controladores, especialmente de gráficos y chipsets. Para Boot Camp, el panel de control de Boot Camp puede ayudarle con algunos ajustes personalizados, pero a veces se necesitan paquetes de controladores antiguos, que puede encontrar en el sitio de soporte de Apple o a través de Windows Update.

En algunas configuraciones, el Wi-Fi o la tarjeta gráfica pueden funcionar un poco lento hasta que actualices los controladores manualmente o reinicies varias veces. No sé por qué ocurre así, pero es algo común, sobre todo si instalas Windows en una Mac no compatible o en un clon de Hackintosh.

Consejos para ejecutar Windows en Mac

  • Libera espacio en disco: Asegúrate de tener suficiente espacio: al menos 64 GB para Windows, o más si quieres instalar cosas. El espacio se agota rápidamente.
  • Recuerda actualizar: Ambos sistemas tienden a ser muy exigentes con las actualizaciones. Mantenlos actualizados para que los controladores y la seguridad estén a la altura.
  • Haga una copia de seguridad de sus datos: créalo o no, jugar con particiones o instantáneas de máquinas virtuales a veces puede salir mal; más vale prevenir que curar.
  • Comprueba la compatibilidad del software: Si algunos programas fallan o no se ejecutan, podría deberse a una incompatibilidad de hardware o a problemas con los controladores. Una búsqueda rápida en Google suele aclararlo.
  • Optimice el rendimiento: en la virtualización, ajuste la asignación de CPU y RAM; intente no darle a Windows más del 50-60 % de sus recursos totales si su Mac es modesta.

Preguntas frecuentes

¿Es seguro ejecutar Windows en una Mac?

Generalmente sí, especialmente con métodos confiables como Boot Camp o aplicaciones de virtualización de confianza. Simplemente mantén todo actualizado y no descargues controladores ni archivos ISO sospechosos.

¿Necesito comprar Windows para instalarlo en mi Mac?

Por supuesto. Necesitarás una clave de licencia válida; de lo contrario, Windows seguirá molestándote o limitará las funciones después de un tiempo.

¿Puedo volver a macOS después de instalar Windows?

Sí, si usas Boot Camp, simplemente reinicia manteniendo presionada la Optiontecla y selecciona macOS. Para VM, simplemente abre la aplicación de nuevo, sin necesidad de reiniciar.

¿Ejecutar Windows afectará el rendimiento de mi Mac?

Boot Camp se ejecuta de forma nativa, así que no hay problema. La virtualización comparte recursos, pero las Mac decentes la gestionan sin problemas; simplemente no esperes velocidades de juego sin un hardware potente.

¿Qué sucede si me quedo sin espacio en disco en Windows?

Depende. Puedes intentar liberar espacio o redimensionar la partición con herramientas como Administración de discos en Windows o aplicaciones de terceros. Sin embargo, reducir particiones puede ser un poco complicado, así que haz una copia de seguridad primero.

Resumen

  • Comprueba la IP de tu Mac (algunos modelos simplemente no admiten Boot Camp).
  • Elige si quieres rendimiento (Boot Camp) o comodidad (VM).
  • Prepare su ISO de Windows y el medio de instalación.
  • Siga los pasos adecuados para el método elegido: tenga paciencia.
  • Actualice los controladores y Windows después de la instalación para solucionar cualquier problema.

Resumen

Conseguir que Windows funcione en una Mac es como un rompecabezas: a veces un fastidio, pero totalmente factible. Una vez configurado, es genial tener ambos mundos al alcance de la mano. No se garantiza que sea perfecto de inmediato, especialmente en las Mac con Apple Silicon más nuevas, pero para las máquinas Intel, es un proceso comprobado que funciona. Cruzamos los dedos para que esto ayude a alguien a evitar perder horas solucionando problemas, e incluso a evitar que te arranques el pelo.